Parte I
Cuenta la leyenda que un ambicioso hombre que un Viernes Santo, se dirigió al río y accidentalmente cayo en el remolino que forma la cascada al caer, en ese momento se le apareció una hermosa doncella, quien con una mano le ofrecía la peineta de oro y en la otra la totuma llena de oro.
Ella le preguntó cuál quería, y el hombre escogió la totuma de oro y por lo que ella al reconocer su avaricia lo convirtió en piedra.
Cuentan que desde entonces se veía a una mujer rubia que se bañaba a la salida del sol, usando una vasija de oro y una peineta de oro.
Según más de un caminante al pasar por allí la veía y oía decir: «Qué quieres, la totuma, la peineta de oro o a la persona; al oír esto, los sujetos asustados se alejaban rápidamente.
Parte II
Cierta vez un caballero al verla, le escuchó la pregunta la mujer: Qué quieres, la totuma, la peineta de oro o a la persona- Y el le respondió: «Quiero la persona».
Ella le contesto que tenía que regresar al día siguiente y no espantarse por nada, para que pudiera salir del encanto.
Al amanecer, el sujeto regresó. Estando ya al pie del chorro, lo envolvió una serpiente. Al sentirse envuelto hasta el cuello, no se resistió y lanzó un grito de espanto.
Entonces se oyó esta exclamación:
«Me perdiste»…
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